top of page
  • Foto del escritorYurena Rodríguez

Naturaleza, fuente de bienestar


Ahora que empieza el buen tiempo no hay excusas para salir a reunirnos con la naturaleza, a disfrutar de los paisajes que más nos gustan; ya sea el campo, la montaña, la playa o mar adentro.

Estar en contacto con la naturaleza es uno de los mejores amortiguadores del estrés y de la rutina.

Planificar un día o incluso unas horas fuera de casa, en un entorno salvaje, nos permite conectar con nuestros sentidos. El aire puro, los rayos de luz, las formas del paisaje, la brisa del aire, el sonido de los pájaros, del viento o del agua. Infinitas son las formas con las que la naturaleza nos seduce, nos envuelve y nos calma.

naturaleza y bienestar

Además de enriquecer nuestros sentidos y liberar la mente, estar en contacto con un entorno natural nos socializa, pues podemos planificarlo para disfrutar de la compañía de amistades o unirnos a un grupo de aventura.

Es ideal para estar junto a nuestras mascotas y nos ayuda a inspirarnos, a oxigenar nuestro organismo, a activarnos haciendo un poco de ejercicio y, por ende, a trabajar en nuestro bienestar.

Es increíble ver cómo de pequeños/as un puñado de tierra nos servía como entretenimiento; sentarnos a jugar con la arena y un palito era un plan genial. Podíamos pasar horas disfrutando del sentido del tacto y de nuestra imaginación.

¿Por qué no recuperamos estas formas tan sencillas de sentir el presente?

Yurena Rodríguez.

Psicóloga.


bottom of page